Me decía Jaime de L. el otro día que «para cuándo una aclaración sobre el anacoluto «es cuando»». Le prometí que la haría pronto y aquí está.
Para empezar, es importante saber qué es un anacoluto. Un anacoluto es cuando… —¡es broma!—, un anacoluto es, según la RAE, una inconsecuencia en la sintaxis, es decir, una desviación en la sintaxis que se produce cuando el pensamiento nos lleva por un camino alejado de ella. Así, por ejemplo, en Yo me gustaría ir al cine, el que habla empieza refiriéndose a sí mismo como yo porque va a hablar de algo suyo y luego piensa que lo que quiere decir es que le gustaría ir al cine y no tiene problemas en continuar de esa manera, apartándose de la sintaxis recta. Si hubiera planificado la construcción entera antes de aventurarse a hablar de sí mismo, habría dicho correctamente A mí me gustaría ir al cine.
En el caso de es cuando ocurre algo parecido. Pongamos un ejemplo: Un anacoluto es cuando se comete un error en la sintaxis. El que cae en este anacoluto lo hace porque empieza con la fórmula de una definición (Un anacoluto es), pero luego sigue con la descripción de en qué momento se produce y no propiamente con la definición de lo que es el anacoluto. Se puede ver el error sustituyendo cuando por el momento en que. Quedaría raro decir Un anacoluto es el momento en que se comete un error en la sintaxis. Solo en el caso de que verdaderamente hablemos de un punto temporal sería posible usar es cuando como en Ahora es cuando podéis intervenir o El lunes es cuando he quedado con él. La sustitución por el momento en que queda bien en estos casos: Ahora es el momento en el que… o El lunes es el momento (o mejor el día) en el que… Se podría evitar el error diciendo Un anacoluto se produce cuando…, pero, si lo que queremos es dar una definición, lo mejor es empezar con Un anacoluto es y seguir con sustantivos que lo definan, como inconsecuencia, error, desviación, etc.
El problema es que la línea que separa la definición de la descripción del momento en el que algo se produce es muy fina, sobre todo al hablar de fenómenos o procesos, como en el caso de un anacoluto. Por eso es fácil y comprensible caer en el error. Además para evitar el anacoluto es necesario, a veces, tener un amplio vocabulario. Por eso era importante, y hay que agradecerlo, que nos forzaran a usar definiciones en el colegio. De esta manera no solo mejoraba nuestro vocabulario, sino que demostrábamos que entendíamos mejor lo que estábamos definiendo.
Añado como curiosidad que anacoluto significa literalmente ‘el que no sigue’. La palabra viene del prefijo negativo (o privativo) an- en griego y de akóluthos que significa ‘compañero de camino’ (como el acólito, que acompaña en misa). A su vez akóluthos viene de kéleuthos ‘camino’, de donde también podrían venir celeridad, acelerar y compañía. Por tanto, un anacoluto es literalmente la falta de un compañero de camino.
La conclusión es que debemos ser buenas personas y evitar anacolutos como el de es cuando para que nuestros grupos sintácticos no se queden solos y sin compañero en el arduo camino que es la sintaxis. Para eso, claro, es necesario pensar bien las cosas antes de decirlas.
SOBERBIO!
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Lástima que en La Vanguardia publique un titular con la frase siguiente: «El problema es cuando bajo la excusa de hacer periodismo se hace otra cosa …».
Es un ejemplo y desgraciadamente los errores en son frecuentes en toda la prensa y no parece haber solución..
«Lástima que en La Vanguardia…» sobra «en» o falta un se antes de publique. Lo siento.