No sabes cómo me gusta recibir mensajes con peticiones y dudas para ti.
Te has vuelto todo una eminencia. Espero que no se te suba… 🙂
Esta vez mi padre, don Mariano, me ha insistido en que te pregunte.
-¿Cómo se dice: Te he comprado un libro de ‘El Bierzo’ o te he comprado un libro del Bierzo?
-¿Hemos quedado en la calle de ‘El Jazmín’ o del Jazmín?
-¿El 12 de octubre es la virgen de ‘El Pilar’ o del Pilar?
¿Cómo hacemos con estas contracciones?
Muchas gracias como siempre,
Carmencita
Hola, Carmencita:
Me alegra mucho que te lleguen dudas y más si proceden de personas como don Mariano.
La respuesta a lo que pregunta en esta ocasión es que depende del caso. Si el artículo forma parte del nombre propio, como en «El Cairo», sería «de El Cairo», pero si el artículo no forma parte, como en «el Bierzo», entonces es «del Bierzo». Otro caso como «El Cairo» es «El Escorial». Y otro caso como «el Bierzo» es «el Retiro».
Una forma de saber cuándo el artículo es parte del nombre propio, aunque a veces es difícil, es utilizando un demostrativo como este o poniendo un adjetivo delante. Si se mantiene el artículo, esto quiere decir que forma parte del nombre. Por ejemplo, sería «Este El Cairo no me recuerda al de la última vez», pero «Este Bierzo es muy distinto al que conocí», o «el extravagante El Cairo», pero «el magnífico Bierzo».
Con «calle del Jazmín» y «Virgen —con mayúscula, por cierto— del Pilar» ocurre lo mismo que con «el Bierzo». El artículo no se considera parte del nombre propio y, por tanto, se puede hacer la contracción del.
Y por último, otra curiosidad relacionada con esto es que con los títulos de los libros que empiezan por el no se hace contracción, como se ve en «el primer capítulo de El hobbit». Pero, si lo que decimos no es el título completo, sino el nombre por el que se suele llamar al libro, entonces sí que hay contracción, como en «el tercer capítulo delQuijote». Y lo mismo con los apodos. Por eso en el título de esta entrada he puesto «del Académico» y no «de El Académico», igual que ocurre en otros casos como en «los cuadros del Greco».
Carmencita, hoy ha salido la noticia de que en la Liga se va a utilizar el spray para marcar la distancia de la barrera en los partidos de fútbol, como se ha hecho en el Mundial:
Ante esto, uno se pregunta: ¿es correcto usar el término inglés spray como en la noticia de la imagen o hay que usar espray o esprái o ninguna de las dos y lo mejor es usar la palabra aerosol, usada dentro de la noticia, que ya lleva tiempo en el diccionario?
Bueno, pues aunque es verdad que ya tenemos aerosol, esta palabra en el fondo también la tomamos prestada —en este caso del francés—, así que no habría por qué preferirla a espray, tomada del inglés, que también está en el diccionario.
Eso sí, si preferimos la palabra inglesa, hay que tener en cuenta que en el Diccionario está incluida la adaptación espray, con e delante, y también spray en cursiva como extranjerismo. En la noticia de la imagen deberían haber usado espray y no spray o, si usaban spray, deberían haberlo puesto en cursiva (spray) o entre comillas simples (‘spray’), esto último permitido por la Ortografía para los titulares de prensa.
Por otro lado, conviene saber que el plural de espray es espráis y no esprays, igual que el plural de jersey es jerséis.
El problema que me planteas y que plantea Fontán es muy interesante. He de reconocer que no sé mucho de fonética, pero voy a intentar dar una respuesta lo más correcta posible dentro de lo que sé sobre esto. Empezaré con lo de mamá y luego responderé a lo del ejqueísmo (yo lo llamaría así mejor, para equipararlo con el dequeísmo, por ejemplo).
Curiosamente, para lo de mamá, la forma que viene directamente del latín es mama, pronunciada como llana, del latín mamma, también llana, que significaba ‘mama, pecho o ubre’, pero también se utilizaba para la madre. Parece ser que en el siglo XVIII, con la entrada de todo lo francés en España, la gente empezó a decir mamá, aguda, igual que en francés maman. Ya sabemos la cantidad de cosas que se nos han pegado del francés, como camisa a rayas en vez de camisa de rayas o temas a tratar en vez de temas por tratar o temas que se deben tratar. Quizás debido a que la gente con más posibilidades estudiaba francés, ha quedado la errónea idea de que es más vulgar decir mama como palabra llana, cuando en verdad es la que viene directamente de la palabra latina mamma.
En cuanto al ejquismo o ejqueísmo, se trata de un fenómeno que se da en el sur de Madrid (yo, por ejemplo, conozco a gente de Móstoles que son ejqueístas), pero sobre todo, como bien dice tu amiga, es típico de la Mancha y, por eso, Bono, que es de Salobre (Albacete) es ejqueísta.
El fenómeno está perfectamente justificado fonéticamente. Se trata de una asimilación normal de dos fonemas contiguos: el fonema /s/ se asimila al fonema /k/. El fonema que surge entonces es el fonema /x/, que se pronuncia como nuestra jota y que técnicamente es fricativo velar, fricativo como el fonema /s/, pero velar como el fonema /k/, es decir, algo así como una mezcla de ambos. Que sea fricativo significa que deja pasar el aire sin que se llegue a interrumpir y que sea velar significa que se pronuncia en la parte de atrás del paladar o velo del paladar. Supongo que pasa en estas zonas porque, incluso cuando pronuncian la s en un contexto normal, ponen la lengua más atrás y, por tanto, más cerca del velo del paladar, con lo cual es más fácil que se produzca la asimilación en contacto con el fonema /k/ que en dialectos donde la s se pronuncia con la lengua más adelantada. Otro ejemplo de asimilación es el de la n con la p o con la b, que se asimila y se hace labial. Por eso delante de p o b suele ir m, eso que nos enseñaban en el colegio. Tanto la p y la b como la m se pronuncian como labiales, lo que quiere decir que hace falta juntar los labios para pronunciarlas. Intentadlas pronunciar sin juntar los labios a ver qué pasa. Es difícil encontrar un caso en el que dentro de una palabra haya una n seguida de p, pero, cuando una palabra que termina en n se junta con otra que empieza por p, se da esta asimilación. Por ejemplo, si pronunciamos con prisa, la n se pronuncia como una m y tenemos algo como com prisa. Lo mismo pasa en casos como enviar, donde, ahora que pronunciamos la v como b, la n se pronuncia como m, a pesar de que se escribe n.
Y esta es la explicación que puedo dar, querida Carmencita. Si queda un poco confuso lo de los fonemas, dime, que ej que no he sabido explicarlo de manera más sencilla. ¡Ah! Y aprovecho para mandarle recuerdos a tu mama.
Espero que estés muy bien. Gracias por la felicitación por mi santo. Aquí en Londres no saben ni lo que es una virgen (en todos los sentidos :))
Hoy voy a ser muy directa.
Vamos a ver, Luis Fontán, que por cierto hace unos monólogos impresionantes, me mandó el martes por la noche una nota de voz desesperada.
Decía así:
-Carmen, necesito que le preguntes al Académico una duda existencial.
¿Por qué hay dos acentos en Madrid? ¿Cómo es posible que haya gente que diga ‘ej que’ en vez de ‘es que’?
Me entró la risa en medio del emblemático autobús de dos pisos rojos mientras el resto de pasajeros me mataba con la mirada por grabar una nota de voz a grito pelado.
Eran las 11 de la noche y Fontán estaba mandándome una nota de voz preguntándome esto. ¡Era genial!
Entonces pensé, ¿cómo es posible que la gente diga mama en vez de mamá para referirse a su madre y no a lo que viene siendo la mama (pecho…)?
Académico, ¿hay alguna forma de que tú nos ayudes?
¿En qué momento se inició esta brecha en los acentos de las palabras o incluso en el carraspeo?
Me viene a la cabeza mi amiga Noelia ‘la Roja’. Ella lleva muy a gala su ejquismo (lo acabo de bautizar así). Dice que es característico de Castilla la Mancha (no olvidemos al exministro Bono embajador del ejquismo por excelencia).
Pues eso, hoy he cumplido. He sido dírecta y rápida.
Los que hayáis visto el vídeo homenaje a Alfredo Di Stéfano con la canción de «My way» puede que os hayáis fijado en que en los subtítulos en español se traduce «Yes, there were times, I’m sure you knew / When I bit off more than I could chew» como «Hubo tiempos, seguro que lo sabes/ en los que di de sí más de lo que podía». Lo recomendado por la RAE es «di de mí» para evitar la llamada discordancia de reflexividad o la falta de concordancia entre el sujeto y un pronombre referido a él.
Que nadie se preocupe, porque esto es algo normal. Pasa en otros casos como en «Volví en sí» donde habría que decir «Volví en mí», o en «Estoy fuera de sí» donde lo recomendable sería «Estoy fuera de mí». La explicación de que lo usemos así es que tomamos expresiones como «dar de sí» como un todo invariable y no hacemos la concordancia.
Los que no hayáis visto el vídeo lo podéis ver aquí.
Aunque tú no lo sepas, estás muy presente en mi vida.
No te imaginas cuántas veces puedes aparecer en mi día a día.
Te preguntarás cómo empezó mi historia contigo, pues te la voy a contar.
Hace un par de años iba en el coche con Santi y Gorka hacia Fuenterrabía.
De repente, al pasar por delante del Guggenheim Santi dijo:
-¿Nos echamos una foto?
Me entró la risa y pensé: ¿Echar una foto? Pero de dónde ha sacado esto????
Lo curioso es que cuando estábamos a punto de hacernos la foto (de toda la vida se dice hacerse una foto ) su amigo dijo:
-Venga, que os la echo yo.
Me empecé a dar cuenta de que mucha gente decía echar una foto. Y cuando empecé a indagar… ¡Madre mía! Pero si protagonizas millones de acciones….
Y yo que sólo recurría a ti para echarte de menos!
Así que he decidido dedicarte una entrada a ti solo, al maravilloso verbo ECHAR (sin H porque… lo primero que se echa de echar es la H. Hecho es del verbo hacer).
Voy a intentar enumerar todas las frases que he ido escuchando. Académico, por favor, dinos desde el punto de vista prescriptivo o normativo si se pueden usar o no. Y ya que nos aclaraste que tú eres de la escuela explicativa, explícanos, si puedes, por qué la gente lo usa, por favor!!!
Aquí voy:
-Echar una foto (ya me he ido acostumbrando, pero sigo resistiéndome a decirlo. Hacer una foto, sacar una foto, pero no echar!!!!!).
-Echar en la televisión (Otra que protagoniza todos los debates, se dice poner en la tele, no echar en la tele, ¿no?).
-Echar la ropa a lavar (Prefiero esta versión que tirar la ropa a lavar…)
-Echar por la borda, aunque tirar por la borda suena bien.
-Echar una mano
-Echar la bronca
-Echar de casa
-Echar humo
-Echarse a reír
-Echar en falta
-Echar a perder
-Echar la carta (tirar la carta… me quedo con echar la carta sin duda!!!!)
-Y ya puestos… echar un polvo, aunque también prefiero la versión hacer el amor, jajajaja.
Bueno Académico, a ver qué nos cuentas que sé que hay muchas personas pendientes de esto. A todos, ¡¡¡animaos a decirnos qué opináis!!! ¡¡¡Y qué opción usáis!!!
Gracias como siempre,
Carmencita
Hola, Carmencita:
Es verdad que el verbo echar aparece mucho. La respuesta rápida es que esto se debe a que es una palabra muy expresiva, es decir, permite al hablante manifestar con viveza lo que siente. Pero vamos a analizar qué significa esto con más detalle.
Lo primero es que echar viene del verbo iactare, que en latín significa ‘tirar’ (con ese grupo -ct- que pasa a -ch- como en pecho de pectus, leche de lac, lactis, o bizcocho de bis coctus, es decir ‘cocido dos veces’). Ya en latín iactare era un verbo bastante expresivo, a veces incluso con una connotación negativa o despectiva. Por ejemplo, se usaba con el significado de proferir insultos o amenazas.
El español echar heredó esta expresividad, también en algunos casos con connotación algo negativa, como se ve en que cuando se echa a alguien es que se le despide del trabajo o se le expulsa de algún lugar. Echar se usa en otros contextos negativos como en echar la bronca o echar la peta, echar pestes, echar el bofe, echar humo, echar a perder, echar por la borda, etc. Este matiz negativo que tiene echar podría explicar por qué, si a mi amigo Nacho le pides que te eche agua, te dirá que en todo caso te sirve, que se echa a los cerdos y se sirve a las personas. También pude sonar mal echar un polvo oun quiqui.
Pero, ojo, echar también aparece en otras expresiones como echar de menos,echar una mano, echarse un piti,echarse la siestaoechar el rato, donde no suena mal y encima implica que la acción que se realiza es bonita, como en echar de menos, o placentera. Lo que está claro es que en todos los ejemplos, muchos de ellos precisamente de la lengua coloquial, se ve que hay una expresividad que no se tiene con otros verbos como poner o hacer. Por ejemplo, no queda tan mal poner la ropa en la lavadora como echar la ropa a lavar (o tirar la ropa a lavar, que tirar también es bastante expresivo), y no es lo mismo echarse la siesta que dormir la siesta; quizás también por eso hacer el amor suena mejor de lo que sonaría si existiera echar el amor.
Una posible reacción ante tanto uso de echar sería tacharlo de palabra baúl o comodín, alegando que su uso demuestra pobreza de léxico o de vocabulario. En tal caso, en vez de decir echar a alguiendel trabajo habría que usar despedir, habría que usar servir por echar, haciendo caso a mi amigo Nacho, etc. Y así se evitaría el uso de echar en casos como echar en la televisión,echar en el cineoechar una foto, diciendo transmitir en la televisión, proyectar en el cine o poner en el cine (aunque poner podría considerarse palabra baúl, suena mejor que echar) y tomar una foto o hacer una foto, que no suenan tan mal como echar una foto.
Mi consejo es que, en casos como echar en la tele, echaren el cine o echar una foto, efectivamente se debe tratar de evitar el uso de echar, aunque sea usando poner en la tele o hacer una foto, si es que no queremos parecer demasiado cursis diciendo transmitir o tomar. La razón es que en estos casos la expresividad de echar no está plenamente justificada. Sí podría estarlo, por ejemplo, en casos como echar la bronca o echar a la calle. Y luego, para casos en los que uno mismo hace algo y la expresividad está justificada por el deleite o beneficio que pueda producirnos la acción, como en echarse la siesta y demás, echar se puede usar sin problemas. Creo que en un contexto en el que se pretenda una comunicación rápida y directa no pasa nada por usar palabras baúl, libres de florituras que puedan dificultar o ralentizar la comprensión. Eso sí, en cuanto podamos utilizar un estilo más elaborado, recomiendo fervientemente que lo hagamos, utilizando palabras con un significado más preciso, con más matices. Es una forma de disfrutar del lenguaje. Pasa lo mismo que cuando alguien se prepara algo de comer rápido o elabora un buen plato. En ambos casos come, pero disfruta más de la segunda forma. Un buen método para ampliar vocabulario es buscar sinónimos en el WordReference. Hay hasta aplicación de móvil.
Pero, además, en favor de echar, conviene decir que, al margen de todo esto, no siempre el uso de echar implica escasez de vocabulario. Como bien se dice en la Gramática de la RAE, verbos como echar y otros como dar, hacer, tomar o tener pueden aportar algún significado adicional al elemento con el que se combinan. Por ejemplo, en Echó una mirada al cuadro se implica que la mirada es puntual y, por tanto, dura poco, frente a Miró el cuadro, que se puede hacer durante un tiempo. También se usa echar con un significado de ‘empezar a hacer algo’, que se llama incoativo, como en se echó a reír. Además, en algunos casos no es fácil encontrar un verbo que sustituya a expresiones formadas con echar como pasa con echar una partida o echar un pulso.
Por lo tanto, la conclusión es que no solo podemos usar el verbo echar tranquilamente, siempre y cuando no abusemos de él en casos en los que la expresividad no esté del todo justificada y lo escribamos bien (recordad: Te echo de menos), sino que además es completamente normal que lo usemos tan frecuentemente.
Para terminar, ejemplifico la expresividad del verbo echar con una canción que lleva ya algunos veranitos deleitándonos :
Como muchos habéis notado, en la discusión entre Bertín Osborne y Beatriz Montañez, esta última, en vez de decir «tergiversan» dice «transgiversan» (en el segundo 3:12 del vídeo en este enlace).
A pesar de la ignorancia que puede demostrar —bastaría con que se hubiera leído «La tergiversicina» de Mortadelo y Filemón, donde el profesor Bacterio por error crea un gas, la tergiversicina, que hace que todo funcione al revés—, es un bonito caso de etimología popular, es decir, de modificación de una palabra según su significado. Pasa en el caso de mondarina, que se usa en vez de mandarina porque es algo que se monda; pasó en su momento con cerrojo, que sustituyó a verrojo porque servía para cerrar, y en muchos más casos.
El problema es que es difícil reconocer el origen de tergiversar. Esta palabra viene del latín tergiversari formado a partir de tergum, que significa ‘espalda’ y vertere, que significa ‘dar la vuelta’. Por tanto, tergiversar significaría literalmente ‘volver la espalda a algo’, y de ahí el significado actual de ‘dar una interpretación errónea a algo’.
En defensa de Beatriz, se podría pensar que el motivo por el que usa transgiversar es porque otros verbos que implican que algo se cambia por algo o algo se confunde con algo empiezan por trans- o tras- como transformar o traspapelar. Pero, vamos, lo ideal sería leer un poco; al menos los cómics de Mortadelo y Filemón.