Explicación de algunas expresiones

A espuertas

‘A montones’

Espuerta esparto Rústico Chic 11831

Espuerta: cesta


Caer chuzos de punta

‘llover, granizar o nevar con fuerza’

chuzo

Chuzo: palo con un pincho para defenderse, que llevaban, por ejemplo, los serenos

Aunque también ‘carámbano‘:

chuzo 2


Zurriagazo

‘golpe’ o ‘disparo fuerte de balón

zurriagoZurriago: látigo


Meter la pata hasta el corvejón

‘meter mucho la pata’

corvejónCorvejón: articulación de la pierna de los animales cuadrúpedos


Quedar en agua de borrajas

‘quedar en nada algo’

borraja-protector-cancer_EDIIMA20150103_0242_13Borraja: planta comestible de cuyo caldo se decía que podía dejar embarazada. Si no lo hacía, la cosa se quedaba en agua de borrajas.
También agua de cerrajas.


No valer un ardite

‘valer muy poco’

1625-ardite-barcelona-felipe3Ardite: moneda antigua de poco valor


No hay tutía

‘Ni hablar, no hay remedio’

Zinc_oxide

Tutía: óxido de cinc (lo de la foto) con el que se hacía un ungüento medicinal que se usaba como remedio, sobre todo para los ojos


Pedir árnica

‘Solicitar compasión’

árnica

Árnica: planta medicinal


Risa sardónica

‘risa falsa’

sardonia

Sardonia: planta que al comerla hace que la cara se contraiga provocando una mueca parecida a la risa


En boga

‘en auge’ o ‘de moda’

VOGUE-BELLEZA-NOVIEMBRE-2013-PORTADA

Boga: del francés vogue (de voguer ‘remar’), significa ‘buena suerte’, ‘moda’


En ristre

‘empuñado para ser utilizado’

ristre

Ristre: hierro en el peto de la armadura donde se afianzaba la lanza


Zarandear

‘mover o sacudir con violencia’

zaranda2

Zaranda: criba o cedazo que, al agitarse, permite separar las cosas finas de las gruesas


Sans serif

‘de palo seco’ o ‘sin remates’

sans serif

Del francés sans ‘sin’ sérif ‘gracia, serifa, remate’

Letra de tipo serif: Times new roman

times

Letra de tipo sans serif: Comic sans o Calibri

calibri


Embelesar

‘Cautivar los sentidos’

belesa

Belesa: planta con virtudes narcóticas

Anuncio publicitario

#TildesLasJustas

Pregunta

Hola, Carmencita:

Me preguntas por la campaña #acentúate de la Fundéu con la que ha tratado de promover el uso de la tilde en los hashtgas o etiquetas de Twitter.

En primer lugar, me gusta que hables de campaña en la entrada y no de iniciativa como hacías en tu tuit, porque esta idea no inicia nada; ya lleva mucho tiempo circulando por Twitter. En este sentido, me gusta la campaña de Fundéu, como me gusta todo lo referido a la difusión de la lengua o a cualquier cuestión mínimamente relacionada con la cultura, pero no me entusiasma como a ti. Está bien, eso sí, que desde una fundación con tanto alcance y repercusión como esta promuevan este tipo de llamamientos. Son ellos los que deben hacerlo.

A este respecto, te daba envidia que a nosotros no se nos hubiera ocurrido esta idea. Claro que se nos había ocurrido, y a muchos más, pero no tenemos aún ni el prestigio ni la difusión suficiente para iniciar algo así. Ese es el problema de las redes sociales: que si no tienes un número grande de seguidores, es difícil —no imposible— que la gente te siga. De hecho, hace 34 semanas ya publiqué esta imagen en Instagram:

tildes

Pero de lo que de verdad quiero hablar, no es de quién ha tenido la idea antes, sino de algo más general: de la inquietante obsesión que existe en los últimos tiempos con las tildes.

La tilde es un elemento que señala en qué sílaba de la palabra recae el acento. Es una ayuda. Como tal, no debería ser obligatoria ni se debería considerar una falta de ortografía no ponerla. Igual que ocurre en otras lenguas y en el caso de solo, por ejemplo, en español lo ideal sería que la tilde solo se pusiera en casos de posible ambigüedad. En los pinitos de la tilde en español se empezó recomendando solo usarla en los casos en los que una misma palabra pudiera tener varias acentuaciones. De esta manera en el circulo por la carretera, si ponemos las tildes, sabremos si estamos hablando de un círculo por la carretera o si estamos diciendo que alguien circuló por la carretera. Como en muchos de estos casos, el ejemplo es ridículo y el contexto resolvería la ambigüedad.

Pero bueno, se podría entender que en estos casos la tilde fuera imprescindible. Ahora bien, en muchos otros casos, igual que somos capaces de aprender el género de miles de nombres, podríamos ser capaces de aprender cuál es la sílaba tónica de las palabras, sin necesidad de tilde. ortografíaprimeraSi alguno se defiende diciendo que en el caso de los nombres la terminación de estos ayuda, yo le respondo que aquí también: todas las palabras terminadas en -ción, por ejemplo, son agudas. Ya mencioné que en la primera Ortografía de la RAE, se recomendaba no poner la tilde en apellidos terminados en -az y -ez. Se decía que «siendo tan conocido, común y frecuente el modo de acentuarse, no necesita de nota, que los distinga de las otras voces de su terminación». No sé si con razón o no, pero se confiaba más en la memoria de los hablantes.

Hay muchas páginas de corrección y acción ortográfica que basan su capacidad de crítica lingüística en la ausencia de este signo y reprenden de manera sanguinaria a los que no la ponen (quizás porque si no no tendrían otra cosa que publicar ese día). Al margen de que, por fijarse en este signo diacrítico, desatienden errores léxicos y gramaticales mayores (propios y ajenos) que todos tenemos y que llevarían a discusiones más bonitas y elevadas, no se dan cuenta de que si ellos llegan a ver que falta una tilde en una palabra es porque el contexto esclarece de qué palabra se trata, por mucho que el escritor en cuestión la haya olvidado (se supone que involuntariamente), lo cual confirma la idea de que se puede prescindir de ella.

En vista de todo esto, se podría concluir, pues, que es lícito prescindir de la tilde en muchos casos. Y con más razón en un momento en el que las reglas de acentuación empiezan a ser excesivamente complicadas (por ser un sistema tan bien diseñado por la RAE, ojo), llegando al punto de ser más complejas que el aprenderse de memoria dónde recae el acento de cada palabra.

Pero bueno, seamos obedientes y acatemos la norma de poner las tildes, que, como siempre digo, es bueno y respetuoso conocer y actuar de acuerdo con las normas para tener una relación mejor, en este caso de comunicación, con los demás. La cuestión es que aun así no veo que esto signifique que haya que poner las tildes siempre. Y menos en sitios donde más que ayudar entorpece y perturba  el ponerlas.

Sobre todas las normas y leyes es posible aplicar la epiqueya, es decir, es posible interpretarlas según las circunstancias, para acatarlas o no según sea procedente. Un ejemplo que creo recordar, del código de circulación, es el de poder saltarse una línea continua en caso de que un coche en segunda fila nos impida el paso por nuestro carril.

El uso de la tilde en las etiquetas puede ser uno de esos casos. Choca mucho ver #fundéu con tilde, pero @fundeu sin ella. Y encima aquí ¿por no poner en el segundo caso la tilde (una tilde con la que yo encima no estoy de acuerdo) vamos a pronunciar [fúndeu]? No. Somos capaces de aprender de memoria cómo se pronuncian las palabras. Y eso permite no tener que poner la tilde en casos innecesarios o que nos puedan llevar al desconcierto. ¿Quién no ha tenido que rectificar al escribir @fundéu o #fundeu?

La etiqueta en principio solo sirve (salvo que se integre en el texto) para que alguien pueda encontrar nuestro tuit por el tema. Y la cosa es que el buscador de Twitter no distingue entre palabras con tilde o sin ella, como se ve aquí, donde habiendo puesto #poesía en el buscador salen también resultados de #poesia:

poesía

Ya me gustaría a mí que sí que las distinguiera para que, al buscar tuits de poesía española, no me salieran tuits de poesia portuguesa o catalana. Esto sin olvidar lo difícil que es poner la tilde en algunos teclados del móvil.

Y es que la verdadera campaña debería haber sido la de pedir a Twitter que se puedan poner tildes en el nombre de las cuentas (para así evitar la disimilitud con las etiquetas a la que nos enfrentamos los que desde siempre ponemos tildes en ellas). Y, ya puestos, también pedirla para direcciones web y pedir que en los teclados de móvil sea más sencillo poner tildes (o promover el uso de teclados así y anunciar su existencia en caso de que ya existan).

Pero, claro, estamos en un mundo en el que las soluciones inmediatas y vistosas (que curiosamente son las que más se retuitean) tienen más prestigio y aceptación que las soluciones de raíz, más lentas y silenciosas, pero más eficaces, como nos advierte el más que trillado proverbio sobre enseñar a pescar mejor que pescarle a alguien un simple pez.

Más útil que poner tildes en las etiquetas para ayudar a la lectura me parece el poner determinadas palabras con mayúscula. No es tan frecuente que haya ambigüedad en una etiqueta por cuestión de tildes, pero sí puede haberla o, al menos, existir dificultad en la lectura #siseescribetodoasí. La misma Fundéu (en su nuevo Manual) permite poner mayúsculas en las palabras que forman parte de una etiqueta #ParaFacilitarLaLectura. Si podemos hacer una excepción con la regla de las mayúsculas, ¿por qué no podemos infringir la de las tildes y prescindir de ellas en las etiquetas? Con más razón sabiendo que la propia Fundéu permite licencias de mayor calado en las etiquetas como separar contracciones: #hoyviajamosa el país de los mil lagos. Tampoco se pueden poner comas (*#Tildes,LasJustas) ni signos de interrogación, por ejemplo.

En definitiva, Carmencita, considero esta campaña (una campaña que extraña un poco que no hayan lanzado mucho antes, si tan importante es) algo bueno, por el hecho de que se implique a tanta gente en una cuestión lingüística, pero, por otra parte, creo que hay temas lingüísticos mucho más interesantes y profundos, que harían ver al que no esté familiarizado con la disciplina lingüística que esta no es meramente normativa y entorpecedora, es decir, no se limita a dar órdenes que en algunos casos molestan más que ayudan, sino que es una disciplina que, gracias a un estudio detenido de la lengua, permite explicar cosas que siempre nos ha inquietado saber por qué decimos así, por ejemplo.

Como resultado de la campaña supongo que los que ya poníamos las tildes en las etiquetas seguiremos haciéndolo y los que no, en caso de que prescindieran de ellas por vagancia y no por ignorancia, tal vez escuchen a su conciencia y las pongan durante un tiempo pero luego probablemente dejarán de hacerlo, sucumbiendo al apresuramiento que Twitter fomenta.

El resultado ideal sería, sin duda, y ese es mi deseo, que los de Twitter hayan tomado nota y hagan a su buscador capaz de discernir entre palabras con tilde y sin ella (aunque la función principal de la tilde no sea la de distinguir palabras del español de las del portugués).

Con este deseo y con un abrazo fuerte para ti, Carmencita, y para todos, acabo.

El Académico

#Acentúate

Hola, Académico:

Tengo un sentimiento contradictorio.

Me explico.

Me apasiona la campaña #acentúate que ha lanzado FUNDÉU para promover la ortografía en las redes sociales.

Y me apasiona, aún más, ver la repercusión que ha tenido.

Empresas, instituciones, medios, famosos…, muchos son los que se han unido abiertamente a esta campaña y han acompañado sus tuits del hashtag #acentúate que, como no podía ser de otra forma, llevaba su tilde orgullosa.

Pero por otro lado estoy llena de envidia porque mi Académico… ¡¡¡SE NOS TENDRÍA QUE HABER OCURRIDO A NOSOTROS!!! 😦

En la campaña, FUNDÉU se alía con Twitter para así aclarar «Escribir adecuadamente las palabras que figuran en las etiquetas es una muestra de respeto por la buena escritura y por quienes nos leen».

Es un buen momento para reflexionar sobre otro aspecto que destacan en la campaña ¿por qué nos preocupa tanto nuestra imagen, foto de perfil y en cambio no nos preocupa escribir correctamente?

Ahí va mi pregunta Académico:

Respuesta

Otras 10 curiosidades del español que seguramente no conocías

Hola, Carmencita:

Espero que te gustaran las 10 curiosidades del español que publiqué hace un tiempo. Aquí te presento 10 más:

1 PASADO PISADO

Las palabras pasado, presente y futuro proceden respectivamente de un participio de pasado, uno de presente y uno de futuro del latín

En latín el participio de presente (como amans, amantis) servía para referirse al que hace algo. De él nos quedan casos como amante ‘el que ama’ o presidente ‘el que preside’. También presente ‘el que está calendario-delante’ (de praeesse ‘estar presente’). El participio de pasado nos ha quedado, por ejemplo, en los tiempos compuestos de los verbos: ha venido o ha pasado. Pasado es ‘lo que ha pasado’. Y en latín también había participio de futuro, terminado en –turus, que indicaba ‘lo que va a ser’. De aquí procede futuro ‘lo que va a ser’ (del verbo sum ‘ser’). También otros como aventura, que es lo que va a suceder (o advenir). Y, por ejemplo, en la famosa frase morituri te salutant de los gladiadores, morituri significa ‘los que van a morir’.

2 REPRIMENDA, QUE ES GERUNDIVO

En español tenemos restos del gerundivo latino terminados en -ndo, -nda, como agenda, vivienda o doctorando

En latín, aparte del gerundio tenían el gerundivo, que era el participio pasivo de futuro, es decir el que se refiere a lo que debe ser hecho. En español nos ha quedado en algunas palabras que terminan en –enda, como agenda o hacienda, que significan precisamente ‘lo que ha de ser hecho’, vivienda, casitaes decir, ‘lo que va a ser habitado’, o reprimenda ‘lo que va a ser reprimido’. También son restos del gerundivo, casos como doctorando ‘el que se va a doctorar’ y, formado a semejanza de este, masterando (pero no tutorando, ojo). También memorando, por ejemplo, que es lo que ha de ser recordado o sumando ‘que ha de ser sumado’.

3 RESBALONES ACENTUALES

La palabra esdrújulo viene del italiano sdrucciolo, que en su origen significa ‘resbalón’

Muchos sabemos que las palabras esdrújulas son aquellas en las que el acento recae sobre la antepenúltima sílaba y que se tildan todas. Pero ¿por qué se llaman esdrújulas? snowboarderEn italiano sdrucciolo (‘resbalón’) era el verso que terminaba con la antepenúltima sílaba acentuada. Al parecer el nombre se debía a que las dos últimas sílabas parecían resbalarse o escurrirse.

4 A, ANTE, BAJO, CABE, COMO, CUANDO, VERSUS, VÍA, DURANTE Y MEDIANTE

En español hay más preposiciones aparte de las que todos sabemos recitar, como versus o vía, y algunas palabras que a veces funcionan como preposiciones, como donde, cuando y como

Muchos incluyen ya al final de la lista de preposiciones durante y mediante, que han pasado de ser participios de presente a preposiciones, como se ve en que ya no concuerdan con el nombre como antes: ya no se dice durantes los nueve meses, sino durante los nueve meses. Pero hay otras preposiciones menos conocidas que no muchos incluyen. Tenemos versus, vscomo en Occidente versus Oriente, la cual, aunque no se recomienda, está aceptada, o vía, en casos como vía satélite.

También cuando, donde y como pueden usarse como preposiciones en casos como Cuando niño yo era rubio, Viven donde la fuente o Lo usan como ejemplo.

Además hay otros elementos que se parecen cada vez más a las preposiciones, como hace. Esto se ve en que a veces hace no cambia de tiempo verbal como debería, es decir, ha pasado a ser invariable, como les ocurrió a durante y mediante: Ya lo sabían hace tiempo (en vez de Ya lo sabían hacía tiempo).

5 EL PLURAL ACUSADOR

¿Alguna vez te has preguntado por qué la -s se usa para el plural? La -s del plural del español procede de la terminación del acusativo plural del latín

De todos los casos latinos las palabras en español evolucionaron del acusativo (el caso que servía para el complemento directo, entre otras cosas, y que, por cierto, en verdad debería haberse llamado causativo). La -m del singular se perdió (una -m que se puede ver en expresiones como carpe diem ‘aprovecha el día’ o habemus Papam ‘tenemos papa’), pero se mantuvo la heavy-dollar-sign-s del plural (una -s que se ve en frases como Timeo Danaos et dona ferentes ‘temo a los griegos incluso cuando traen regalos’). De ahí quedó la terminación de nuestro plural.

En cambio, la -s de algunos acusativos singulares neutros se perdió (por ultracorrección) al confundirla con el plural. Es el caso de tempus, que dio tiempos en español, pero se corrigió por tiempo; pectus, que dio pechos y pasó a pecho. No se perdió en cambio en uebos, de opus (única palabra en el Diccionario, por cierto, que empieza por ue– y no lleva h, como UEFA). Tampoco se perdió la -s de nombres propios (que, estos sí, proceden del nominativo), como en Carlos de Carolus, Dios de Deus o Jesús de Iesus, pero sí en Pablo de Paulus (aunque el Buscón era don Pablos) o en Domingo de Dominicus.

6 LA MANITO

Los nombres femeninos que terminan en -o en español casi se pueden contar con los dedos de la mano

Hay muchos nombres masculinos en español que terminan en -a. Por ejemplo, algunos derivados de neutros griegos que terminan en -ma, como fantasma (que curiosamente antes era palabra femenina: la fantasma), pero también de ocupaciones, como tenista, y otros como tequila, día, y bastantes más.

En cambio, hay muy pocos nombres femeninos terminados en -o. Se suelen citar la mano mano_alza_emoji_twitter_emoticones, la libido, la nao, la seo y otras más raras como la virago (que termina en -o con sentido porque significa ‘mujer varonil’). Luego hay otros casos que, o bien son acortamientos, como la otorrino, la fisio, la dinamo, la disco, la radio, la moto, la quimio, la foto, la seño, la furgo, la crono, la biblio, la porno, la vitro, la polio (de poliomielitis); o bien son nombres de ocupaciones que aún no se han feminizado, como la sargento, la soldado, la árbitro o la sobrecargo, sin olvidar el famoso caso de la miembro. También otras palabras que se toman directamente de otras lenguas, como la ratio, o siglas como la ESO o la FAO, y algunas palabras poco usadas, como pro cuando significa ‘utilidad’, que puede ser el pro o la pro. Pero hay muy pocos casos más.

En general, en estos casos haríamos el diminutivo con -o, como en la motito. Sin embargo, en España, el diminutivo de mano es manita, y no manito, que sí es el diminutivo en algunos países americanos y algunas zonas del noroeste de España. En el caso de sargento, yo no sé si diría sargentito o sargentita.

7 NI COSAS NACIDAS NI HOMBRES NACIDOS PODRÁN PARARME

En español nadie y nada proceden de nati y nata en latín, que significaban ‘nacidos’ y ‘cosas nacidas’, respectivamente

Igual que hoy podríamos decir que no hay persona alguna que pueda hacer algo o incluso persona nacida, en latín decían homines nati, que significa ‘hombres nacidos’, y res nata ‘cosa nacida’. no-pedestriansDe nati, que es el participio de nacer en latín (visible en neonato ‘recién nacido’, por ejemplo) nos quedó nadie (el Diccionario también recoge nadi) y de nata nos quedó nada.

8 ¿Y POR QUÉ NO LAS TERMINADAS EN -N, -S O VOCAL?

En español las palabras llanas terminadas en -n, -s o vocal no se tildan porque son la mayoría

Como elemento que sirve para facilitar la lectura y no para entorpecerla, la tilde está pensada para ser usada lo mínimo posible, en el menor número de palabras. Por eso, como el mayor número de palabras llanas terminan en -n, -s o vocal, dado que, por ejemplo, todas las formas verbales llanastilde i u finales terminan en esas letras (quiero, quieres, quieren), se ha elegido que esas sean las terminaciones con las que no se tildan las llanas. Así el número de tildes es el menor posible.

Al ser un criterio basado en una estimación de cantidad, este puede variar. Así, por ejemplo, en la primera Ortografía de la RAE (de 1741) solo se tildaban las palabras agudas terminadas en –a, –e y –o, pero no las terminadas en -i o -u. En cambio, se tildaban las llanas terminadas en -i, -u, como tríbu o cási.

Tampoco se tildaban los apellidos terminados en -ez, por ejemplo, porque ya se sabía cómo se pronunciaban, por lo que la tilde era innecesaria.

9 OTRAS CUESTIONES DE TILDES

En español tenemos palabras que se tildan aunque no deberían, palabras que no se tildan aunque deberían, palabras con más de una tilde y algunas cuestiones curiosas más relacionadas con las tildes.

a) ¿Hay alguna palabra que se tilda y que no debería?

Sí, tés. La tilde del singular sirve para diferenciarlo del pronombre átono tetea, pero no hay ningún tes átono.

b) ¿Hay alguna palabra que no se tilda y debería?

Sí. Entre otras muchas, los nombres de las letras y de las notas musicales que tienen un correspondiente átono. De la misma manera que el adverbio , el pronombre , el sustantivo o la forma verbal se tildan para distinguirlasclave de sus correspondientes átonos, las notas musicales si y mi o los nombres de las letras, te y de, al ser tónicos, deberían tildarse.

c) ¿Solo se tildan las vocales?

No. También se puede tildar la y en palabras que conservan su grafía antigua: otrosý, Ýñigo, Aýna.

d) ¿Puede haber una palabra con más de una tilde?

Sííííííí.

e) ¿Tenemos acento circunflejo en español?

Ahora no, pero hemos tenido. El circunflejo en una vocal se usaba para indicar que la ch precedente se pronunciaba como k, y no como ch, o que la x precedente se pronunciaba como ks, y no como j: chôro, exâmen.

10 PARA LOS ANTICOCRETEROS

Aunque la palabra cocreta no está en el Diccionario, pese a lo que muchos creen, su formación en español estaría más que justificada

En español es frecuente un proceso, llamado metátesis, por el que alguna letra cambia de lugar dentro de una palabra para simplificar su pronunciación. Es lo que pasó con palabras como candadocandado, que viene de un cadnado difícil de pronunciar (a partir de catenatus); palabra, que debería haber dado parabla porque viene de parábola; alimaña, de animalia; peligro, que debería haber dado periglo, porque procede de periculum y muchas más. Algunos de los resultados esperables, sin metátesis, están en el cocodriloDiccionario: miraglo (de miraculum), murciégalo (de mus caeculus) o crocodilo (de crocodilus),

Así pues, el que dice cocreta, cambiando de lugar la r de croqueta, está cometiendo un (¿metatético?) error, semejante al que han cometido y cometemos todos los que decimos milagro, palabra o cocodrilo.

Y con esta, Carmencita, ya tenemos las 10 curiosidades. Espero que te hayan gustado. De algunas haré una entrada especial porque aún hay cosas que me he dejado en el tintero. Por ejemplo, prepararé un especial de tildes donde hablaré, por ejemplo, de palabras que no siempre llevan tilde cuando son tónicas, como cuando en de vez en cuando, o palabras que sí la llevan a pesar de no serlo, como José en José Luis. También he empezado a preparar una entrada con otras curiosidades más concretas.

Un saludo.

El Académico

Hakuna posdata

Pregunta

Hola, Carmencita:

Tu pregunta me pilló ya fuera y he preferido esperar hasta mi vuelta para contestar bien. Espero que hayas tenido unas buenas vacaciones. A mí me han venido muy bien para descansar, pero también para hablar de cuestiones relacionadas con la gramática y la ortografía con bastante gente. Veo que hay bastante interés, y eso es bueno.

En esta ocasión preguntabas por posdata y algunas cuestiones relacionadas con ella. Vamos con ello.

Lo primero importante es que la palabra posdata es femenina y, por tanto, hay que decir la posdata.

En segundo lugar, la abreviatura es P. D. y no P. S. Al ser una abreviatura hay que poner un punto después de cada letra y dejar un espacio entre ambas, igual que en EE. UU., por ejemplo.

En tercer lugar, la abreviatura procede de post datam, que en latín indicaba que la posdata era lo que se ponía después (post) de la data (o nota con la fecha y lugar de escritura de la carta). A esta nota se le llamaba data porque antes de la fecha se escribía la palabra data (‘dada’), en el sentido de entregada u otorgada. Esta data se ponía al final de la carta y, por eso, lo que se añadía después era la posdata. Además de las palabras data y posdata, de esta costumbre de poner data antes de la fecha, proviene la palabra inglesa date para fecha y nuestro datar.

En este caso data es femenino singular y no neutro plural como en ‘conjunto de datos’, como en el big data. No es, pues, un neutro plural como curricula, forma, por cierto, válida en latín, pero no en español, donde lo correcto es currículums o currículos, para hablar de varios curriculum vitae (este último sin cambio en plural, escrito en cursiva y pronunciado [currículum vítae]). En otras palabras, data no quiere decir en este caso ‘los datos’, sino ‘dada’, referido a la carta (charta) o epístola (epistola) extendida u otorgada.

En cambio, la abreviatura P. S. viene de post scriptum ‘después de lo escrito’ y se refiere a lo que va después de un texto cualquiera. Esta es la forma preferida, entre otros, por ingleses, portugueses, italianos o franceses, por ejemplo, aunque creo que estos útimos lo escriben P.-S. En español también tenemos la locución post scriptum, pero para las cartas preferimos usar la posdata, a pesar de que algunos se quejen de que ahora la fecha se pone al principio, por lo que sería mejor usar post scriptum (escrito así, sin tilde y en cursiva, y no post scríptum, como se escribía antes). .

Visto lo visto, aunque algunos dicen que ya no tiene mucho sentido usar posdatas, a no ser que se escriba a mano, lo mejor es terminar una carta con P. D., que es la forma específica para las cartas. Aun así, no estaría del todo mal usar P. S. como los ingleses.

Esta forma de los ingleses se puede ver, sin ir más lejos en el título de la película P.S. I love you, un título que, como se observa en la Wikipedia, se tradujo acertadamente en España como Posdata: Te quiero (lo que tú has usado como título de tu entrada). Curiosamente, en Hispanoamérica se tradujo, en cambio, como Postdata: Te amo.20350654

Aparte del uso del verbo querer en vez de amar, algo que ya dijimos que dependía de la carga pragmática de los verbos en cada lugar, aquí es interesante el uso de post- en el título americano en vez de pos-.

Veo que tú, Carmencita, en tu pregunta has escrito posdata. No sé si has seguido conscientemente la nueva recomendación de la RAE o si te ha salido solo, pero has acertado. Aunque tanto pos- como post- son válidas, la RAE prefiere el uso de pos- en todos los casos, tanto si sigue vocal (posoperatorio) como si sigue consonante (posbélico), excepto cuando la palabra a la que se une el prefijo empieza por s (postsoviético). Como la película se estrenó en 2007 y la Ortografía salió en 2010, no se puede decir que en el título hispanoamericano desoyeran la recomendación de la RAE. Y encima postdata no está mal, aunque ya aparece como alternativa menos recomendada que posdata.

Algo que sí comparten las dos traducciones del título de la película es el uso de los dos puntos, por el que preguntabas tú, y el uso de mayúscula después de ellos (aunque no sé si la t del cartel es mayúscula).

Con respecto a los dos puntos, aunque por ahí leo que no es necesario ponerlos, yo diría que sí que hay que hacerlo, puesto que entre P. D. y lo siguiente se establece una relación de anuncio. Por ese mismo motivo, como P. D. se puede considerar un término de carácter anunciador, lo que sigue debe ir con mayúscula inicial —esto se te ha escapado a ti en el título de tu entrada— como en el ejemplo de ADVERTENCIA: Medicamento no indicado para menores de tres años que propone la RAE en su Ortografía. Es importante, además, tener cuidado, si se ponen los dos puntos, de mantener el punto después de la D: P. D.: Te quiero.

Lo de escribir posdata extendido y no abreviado en el cartel de la película supongo que se deberá a cuestiones de estilo y marketing (o, mejor, mercadotecnia) de la compañía cinematográfica y, por eso, no me meto. Pero sí puedo decir que en una carta es mejor usar la abreviatura: P. D.: Te quiero.

Y con esto, pos creo que he terminado, Carmencita. Espero que te haya quedado claro el uso de las posdatas. Por si acaso, al final añado algunas como muestra.

Un abrazo.

El Académico

P. D.: Espero que la vuelta de la vacaciones no sea muy dura y tengas tiempo para plantear más preguntas.

P. P. D.: Alguien preguntaba si para poner varias posdatas había que escribir P. P. D., es decir, la abreviatura de posposdata o si se deben usar números. En WordReference alguien dice que si se ponen números habría que usar la numeración romana: P. P. II. Por si acaso, yo he optado por la primera opción, que lo otro parece o la abreviatura del nombre de un papa o de una guerra.

P. P. P. D.: Por casualidad he visto que en turco tradujeron el P. S. del título de P. S. I love you como not: Not: Seni Seviyorum. No sé si se usará not en vez de P. S. en turco, pero, si alguien lo sabe o conoce otras formas en otras lenguas, sería divertido reunirlas todas.