¡Hola a todos y bienvenidos al blog!:
Creo que es conveniente, para que se entienda algo mejor el blog, explicaros quién soy y en qué consiste lo que hago, o lo que es lo mismo, explicar a qué se dedica el Académico. Para eso empezaré contando mi historia y luego explicaré lo que hago.
Por lo mucho que me gustaba la literatura y la sintaxis ya en el colegio, decidí estudiar Filología Hispánica en la Complutense, a pesar de los que me decían que no tenía salidas. Aunque tuve mis momentos de dudas al principio, cuando vi que la universidad no era como me esperaba, y quise cambiarme a Derecho, al final consideré mejor terminar, con la suerte de que ya en cuarto de carrera empecé a estudiar lingüística generativa, la de Chomsky, lo que me hizo disfrutar y apasionarme por el estudio del lenguaje.
Al terminar la carrera hice un Máster en Investigación en Lengua Española y de allí pasé a la RAE donde colaboré en el proceso final de la Nueva Gramática de la RAE (la amarilla de dos tomos que venden en VIPS).
Una vez terminé en la RAE, conseguí una beca de cuatro años para hacer el doctorado en el CSIC en el grupo LyCC (Lingüística y Ciencia Cognitiva). Durante esos cuatro años estuve haciendo mi tesis de lingüística teórica sobre las preposiciones espaciales en español. Durante ese tiempo, además, tuve la suerte de poder realizar estancias en el extranjero para formarme con especialistas en lingüística teórica de todo el mundo. Así, estuve en la Universidad de Tromsø, al norte de Noruega, donde hay uno de los grupos más sólidos del mundo y donde nació lo que se conoce como Nanosintaxis. También estuve en Nueva York y en Utrecht. Además, asistí a congresos en distintas partes del mundo, como Barcelona, Venecia, Stuttgart, entre otros, donde di charlas relacionadas con el tema de mi tesis y conocí a lingüistas de todo el mundo.
Y ahora, después de haber vuelto a la RAE un tiempo para ayudar con un diccionario para niños de primaria, estoy tomándome un «descanso» para poder escribir artículos y libros de lingüística.
Ante esto os surgirán muchas dudas. Algunas de ellas supongo que serán ¿en qué consiste lo que hago?, ¿qué es la lingüística teórica?, ¿qué es la gramática?, ¿por qué si estudio preposiciones en español viajo a distintos sitios del mundo?, y la pregunta del millón, ¿para qué sirve todo esto? Vamos por partes.
En primer lugar, la lingüística estudia todas las propiedades del lenguaje. La gramática, en particular, como parte de la lingüística, estudia las palabras que forman cada lengua, sus significados y la forma en que estas palabras se relacionan entre sí. Cuando digo que trabajé en la elaboración de la Gramática de la RAE, lo que hice fue ayudar a elaborar un libro sobre gramática en el que se examina el español y se describen tanto las palabras que lo forman como las relaciones entre ellas, más o menos lo que en el colegio era morfología y sintaxis. Por ejemplo, hay un capítulo en el que se estudia el adjetivo, otro en el que se estudia el complemento directo, pero también otro en el que se estudia la negación. Una gramática como libro es, pues, distinta que un diccionario, en el cual se dan los significados de las palabras.
Es importante señalar que hay distintos tipos de gramática. Está la gramática prescriptiva o normativa, que es la que dice cuándo algo está mal dicho. Esta es básicamente la que se suele asociar con la RAE. También la ortografía es prescriptiva, puesto que da la norma de cómo se escriben las cosas.
Luego está la gramática descriptiva. Esta es la que, como su propio nombre indica, describe cómo habla la gente. Generalmente, la gramática descriptiva suele utilizar además cuestiones normativas. La gramática descriptiva más completa del español es la dirigida por Ignacio Bosque y Violeta Demonte.
Y por último está la gramática explicativa o teórica. Esta no se limita a describir, sino que trata de explicar por qué la gente dice las cosas, sin importar que estén bien o mal dichas.
Pongamos un ejemplo. En un caso como Habían cinco personas, la gramática prescriptiva o normativa se limitaría a decir que está mal dicho y que hay que decir Había cinco personas. La gramática descriptiva señalaría que hay gente que dice esto y podría incluso decir a qué lugar pertenecen los hablantes que dicen esto, por ejemplo a los hablantes de zonas de contacto con el catalán. La gramática explicativa, por su parte, explicaría que hay hablantes que hacen la concordancia entre haber y el complemento directo cinco personas, porque, al tratarse esta de una oración impersonal y no pronunciarse el sujeto, el hablante considera que el complemento directo cinco personas es el sujeto, hecho que es bastante comprensible siguiendo la generalización de Burzio.
El tipo de gramática que yo sigo es la teórica y por eso mi tesis se enmarca dentro de la lingüística teórica, que trata de explicar por qué se dicen las cosas como se dicen. No obstante, para poder hacer un análisis teórico es necesario, por supuesto, conocer la norma y describir bien los datos.
Debido a que hago lingüística teórica, generalmente veréis que no diré que algo está mal dicho. Lo que haré será indicar cuándo algo no se adapta a la norma establecida por la RAE y trataré de explicar a qué se debe esta norma. Para lingüistas teóricos como yo, el hecho de que la gente diga cosas que no se adaptan a la norma es extraordinariamente interesante, pues refleja cómo habla la gente de forma natural, cuando no está influida por normas.
Por tanto, no es labor del lingüista teórico saber cuándo algo está bien o mal dicho, sino estar informado de las cosas que se dicen. Tampoco es labor del lingüista saber el significado de todas las palabras del diccionario ni tampoco saber hablar todas las lenguas del mundo. Eso sí, cuanto más domine estas tres cuestiones el lingüista, más herramientas tendrá para su estudio teórico.
Ahora bien, ¿por qué, si estudio cosas del español, viajo a países extranjeros? Pues bien, en primer lugar no solo estudio cosas del español (en la tesis trato más de treinta lenguas), pero lo importante es que en la corriente lingüística que yo sigo, se considera que existe una gramática universal común a todas las lenguas. Esto quiere decir que todas las lenguas tienen una estructura común, con sujeto y predicado, por ejemplo, siendo las diferencias entre unas y otras puramente superficiales. Es decir, la estructura de todas las lenguas es la misma, pero se pronuncia de manera distinta porque las lenguas tienen distintas palabras.
Lo más interesante de la gramática universal es que es innata y natural en el ser humano. Esto hace que el ser humano pueda tener un sistema tan complejo como el lenguaje, pero además hace que un niño pueda aprender muy rápido a usar una lengua a partir de escasos estímulos y, lo más asombroso de todo, que pueda generar (de ahí lo de gramática generativa de Chomsky) oraciones que nunca ha oído. Por ejemplo, un niño puede decir He visto un perro sin haber escuchado nunca esa oración. Un ejemplo bonito es que los niños dicen Me se ha caído, a pesar de que lo que habrán oído será Se me ha caído.
Como el interés del lingüista teórico es llegar a entender las propiedades de la gramática universal, no importa qué lengua se utilice para llegar a ella, puesto que todas la comparten. Eso sí, el hecho de estudiar y saber distintas lenguas es utilísimo para poder entender mejor la gramática universal. Es como si se tuvieran más pistas. Puede ser que en una lengua no se vea bien alguna cosa, pero en otra sí. Por eso me encantará que me hagáis preguntas relacionando el español con otras lenguas.
Y ya para terminar, vamos con la pregunta del millón: ¿Para qué sirve todo esto? Esta es una pregunta que me hace mucha gente y es comprensible, pero tiene fácil respuesta.
En primer lugar, el lenguaje es la manifestación más directa del pensamiento humano. Como tal, es una herramienta utilísima para entender cómo funciona el cerebro. El cerebro sigue siendo un misterio y parece que analizarlo directamente mediante estudios neurológicos no basta para entenderlo. Pero estudiando su producto directo, el lenguaje, y entendiendo la manera en la que está estructurado el lenguaje, es posible entender cómo se estructuran las ideas y, por tanto, el cerebro. Debido a esto, en los últimos años están proliferando los grupos de Lingüística Cognitiva, Neurolingüística y Biolingüística.
En segundo lugar, el lenguaje es el principal medio para algo tan importante como la comunicación entre las personas. Analizando el lenguaje es posible entender mejor cómo se comunican las personas y tratar de mejorar, en la medida de lo posible, esta comunicación.
Y esto al margen de otras aplicaciones del lenguaje como el aprendizaje de lenguas, el avance en sistemas de búsqueda como Google, la robótica, es decir, conseguir que se pueda hablar con un robot, la curación de enfermedades relacionadas con el lenguaje, como la afasia, etc.
Y esta es más o menos una explicación de lo que hago yo, el Académico, pero también de lo que hacen muchos estudiosos y gente interesada en el lenguaje, que es uno de los misterios más apasionantes y a la vez más importantes de la naturaleza humana.
El Académico
¡Me ha encantado! Un abrazo
¡Muchas gracias, David! Un abrazo para ti también
Bueno bueno bueno,¡qué descubrimiento este blog!. Tienes una nueva seguidora. Y desde ya darte las gracias por dedicarte a compartir algo tan maravilloso como son tus conocimientos y experiencia. Por cierto, qué hay de la pragmática? Un saludo.
Muchas gracias, Maite. Es un placer hacer este blog si hay gente como tú que siente tanta pasión como nosotros por la lengua.
Sobre la pragmática tengo que confesar que no sé demasiado, pero si sale alguna cuestión relacionada con ella, no dudaré en dar mi opinión, como en el caso del «¡Que aproveche!».
Un saludo afectuoso.
El «Académico»
Me encanta. Enhorabuena. Un anónimo bien formado ¿Te puedo utilizar para mis clases? 😉
Hola, Helena:
Muchas gracias. Claro que puedes usar el material para tus clases. Para eso está: para compartirlo.
El «Académico»
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PUBLICAR
Felicidades por el blog, lo seguiré sin duda.
A mí también me encantan los idiomas.
Me hace gracia que en alemán, en acciones pasadas, el verbo principal siempre se pone al final de la frase.
Por ejemplo:
Hoy he comido a las tres.
Heute habe ich un drei Uhr gegessen.
Hoy he yo a las tres comido.
Saludos y feliz 2016.
Isabel Mata VicentePública