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Trucos para usar bien el Diccionario

Pregunta

Hola, Carmencita:

Sí, se ha armado un gran revuelo por la noticia de la supuestamente alocada inclusión por parte de la RAE de palabras como almóndiga o asín en su Diccionario. El revuelo estaría justificado si no fuera, entre otras cosas, porque muchas de las palabras de la lista ya estaban en el Diccionario desde hace tiempo, como almóndiga, sin ir más lejos, que aparecía ya en 1726 en el Diccionario de autoridades (el primero de la Academia), o porque algunas de estas palabras tienen en su entrada la marca de desus. o vulg., que indica que ya no se usan o que se consideran vulgares, por lo que son desaconsejables. Con objeto de evitar que noticias falaces como la que me indicas puedan desmontar tu autoestima lingüística, te presento aquí algunas cuestiones para ayudarte a entender por qué se equivocan los redactores de la noticia.

 1. No todo lo que está en el Diccionario «se puede decir»

El propio titular de la noticia («Ya se puede decir almóndiga, toballa y asín») es erróneo. Al margen de que estas palabras ya estaban en el Diccionario desde hace tiempo (almóndiga en 1726, toballa en 1739 y asín en 1770), que estén no quiere decir que se puedan decir, sino que forman parte de nuestra lengua y que han tenido un uso considerable. Pero es necesario fijarse en las marcas que acompañan a las palabras porque puede ser que ya no se usen o que se consideren vulgares y que, por tanto, no se recomiende usarlas.

2. Las marcas que acompañan a las palabras son fundamentales para entender cómo usarlas

Por estar abreviadas y a los lados parece que las marcas no son importantes, pero lo son para evitar caer en falsas suposiciones. Por eso es necesario saber lo que significa la abreviatura y lo que su presencia implica. Para lo primero basta con posar el cursor sobre la abreviatura y esta aparecerá desarrollada:

toballa

Para lo segundo, el sentido común es suficiente, pero si dudas puedes encontrar una explicación aquí.

De esta manera, podrás distinguir palabras como madalena, que no lleva ninguna marca y, por tanto, no se considera vulgar, sino una variante de magdalena (al fin y al cabo el nombre del bollo parece venir del francés madeleine, sin g), distinguirla, digo, de palabras como asín, culamen dotor, consideradas vulgares; también distinguirás otubre de setiembre, la primera desusada, la segunda variante aceptada de septiembre, y sabrás que palabras como toballa (y algunas peores aún como connosco ‘con nosotros’ o desdel ‘desde el’), aunque están en el Diccionario, ya no se usan.

3. No todo lo que existe está en el Diccionario

Un error común es suponer que una palabra no existe porque no está en el Diccionario. Si la has oído es porque existe. Que no esté en el Diccionario puede deberse a muchos motivos: a que su uso esté muy restringido, a que sea una mala pronunciación de otra palabra, a que sea un neologismo con pocos años de vida, a que sea una palabra muy técnica o a que sea una palabra de significado fácilmente deducible. Así, por ejemplo, repanfinflar, no se recoge porque es una mala pronunciación no suficientemente extendida de la correcta refanfinflar, wasapear es demasiado nueva y desafortunadamente tiene un significado que se puede deducir a partir de desafortunado. Incluso hay formas que ya se aconsejan, pero que aún no se han incluido en el Diccionario porque hay que esperar a ver si cuajan, como wiski.

Aun así, como es lógico, hay cosas que sorprenden, como que aparezca asín, pero no alante (palabra que, como ya dije, para algunos hasta tiene su propio significado, distinto de adelante), o que estén tuit y tuitear, pero no wasap/wásap y wasapear (hay, eso sí, un curioso guasabear cubano para ‘intercambiar bromas o chistes’). ¿Será porque Twitter es dos años mayor que WhatsApp?

4. Para saber más sobre el uso de las palabras se puede consultar el DPD o la Fundéu

Hay veces que la información del Diccionario puede no satisfacerte. Por ejemplo, habrás pensado que es raro que setiembre se acepte. En esos casos se puede acudir a otros sitios más especializados en recomendaciones del español, como el Diccionario panhispánico de dudas (DPD) o la Fundéu. Si ponemos «setiembre fundeu» en Google, la primera página que nos sale nos lleva a esta información, que satisfará a más de uno:

setiembre fundeu

También, por ejemplo, chocará saber que, de acuerdo con el Diccionario, arremangar se considera una variante correcta de remangar. Pero es que si consultamos el DPD vemos que dice lo mismo:

remangar

Como ves, tanto el DPD como la Fundéu son muy útiles para profundizar y confirmar. Lo malo es que a veces no explican en profundidad las razones por las que algo no se debe decir. Pero para eso está Gramática para Carmencita.

Con el DPD hay que tener cuidado, por cierto, porque es de 2005 y algunas cosas han cambiado.

5. El Diccionario incluye americanismos

Aunque hay un muy útil diccionario dedicado exclusivamente a los americanismos, el Diccionario recoge también muchos. Se reconocen porque llevan la marca Am., si la voz es de uso general en el continente, o una marca con el país en concreto (Ec. de Ecuador, por ejemplo).

Así, la adaptación bluyín (de blue jeans) se usa allí, como fútbol (de foot-ball). También jonrón por home run, por ejemplo. Ambas voces contienen la marca Am. en su entrada:

bluyín

Que bluyín se usa se puede ver en el CREA, una recopilación de textos recientes en español muy útil, que permite búsquedas de este tipo:

bluyín crea

Pero que bluyín aparezca en el Diccionario no quiere decir que ahora en España tengamos que usarla.

Y es que, aunque cuesta, hay que meterse en la cabeza que el español lo usa mucha gente de fuera de España, hasta el punto de que, como se ve aquí, España es el tercer país en número de hispanohablantes (después de México y Colombia), muy cerca de Argentina y Estados Unidos.

6. Las palabras desusadas siguen apareciendo porque hay gente que lee libros antiguos

Aunque hay diccionarios especializados, a los que leen obras antiguas, que los hay, y muchos, les viene muy bien tener las palabras que leen en esas obras también en el Diccionario general.

7. Para saber desde cuándo forma parte del Diccionario una palabra puedes consultar el Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española.

Probablemente te preguntes cómo sé cuándo almóndiga, por ejemplo, entró en el Diccionario. No es que los lingüistas seamos más listos ni que nos pongamos a consultar diccionarios como locos ni mucho menos que nos los sepamos de memoria, pero sí conocemos más herramientas de búsqueda, las cuales, a veces nos cuesta desvelar para mantener la exclusiva indebidamente. En este caso basta con ir al Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española, pinchar en la lupita y poner la palabra que quieras buscar, lo cual te llevará a esto:

almóndiga nttle

Aquí se ven algunos de los diccionarios (no solo de la RAE) en los que ha aparecido la palabra almóndiga. El enlace en la palabra nos lleva al diccionario en cuestión. Por ejemplo, pinchando en la primera, se llega aquí:

almóndiga diccio

Gracias a esto, no solo se sabe cuándo se incluyó la palabra, sino también lo que significaba.

Y con esto creo que es suficiente. Yo creo que con todos estos trucos y herramientas, Carmencita, ya estás preparada para usar de forma correcta el Diccionario y que los informadores desinformados no te vuelvan a amedrentar. Ya ves que el Diccionario, como cualquier otra herramienta, tiene instrucciones, que, si se desconocen, pueden llevar a usarlo e interpretarlo mal, como les ha ocurrido en el artículo, donde el desconocimiento les ha hecho meter en el mismo saco palabras de distinto tipo (americanismos, vulgarismos, palabras desusadas…) y considerarlas como palabras que la RAE ha metido nuevas y que acepta como correctas, con la consecuentemente injustificada crítica a la Academia, la cual, aunque se equivoca a veces, desde luego no lo hace de una manera tan evidente.

Como siempre, Carmencita, si te queda alguna duda, no tienes más que preguntarme. Y lo mismo cualquier interesado.

Un abrazo.
El Académico

Otras 10 curiosidades del español que seguramente no conocías

Hola, Carmencita:

Espero que te gustaran las 10 curiosidades del español que publiqué hace un tiempo. Aquí te presento 10 más:

1 PASADO PISADO

Las palabras pasado, presente y futuro proceden respectivamente de un participio de pasado, uno de presente y uno de futuro del latín

En latín el participio de presente (como amans, amantis) servía para referirse al que hace algo. De él nos quedan casos como amante ‘el que ama’ o presidente ‘el que preside’. También presente ‘el que está calendario-delante’ (de praeesse ‘estar presente’). El participio de pasado nos ha quedado, por ejemplo, en los tiempos compuestos de los verbos: ha venido o ha pasado. Pasado es ‘lo que ha pasado’. Y en latín también había participio de futuro, terminado en –turus, que indicaba ‘lo que va a ser’. De aquí procede futuro ‘lo que va a ser’ (del verbo sum ‘ser’). También otros como aventura, que es lo que va a suceder (o advenir). Y, por ejemplo, en la famosa frase morituri te salutant de los gladiadores, morituri significa ‘los que van a morir’.

2 REPRIMENDA, QUE ES GERUNDIVO

En español tenemos restos del gerundivo latino terminados en -ndo, -nda, como agenda, vivienda o doctorando

En latín, aparte del gerundio tenían el gerundivo, que era el participio pasivo de futuro, es decir el que se refiere a lo que debe ser hecho. En español nos ha quedado en algunas palabras que terminan en –enda, como agenda o hacienda, que significan precisamente ‘lo que ha de ser hecho’, vivienda, casitaes decir, ‘lo que va a ser habitado’, o reprimenda ‘lo que va a ser reprimido’. También son restos del gerundivo, casos como doctorando ‘el que se va a doctorar’ y, formado a semejanza de este, masterando (pero no tutorando, ojo). También memorando, por ejemplo, que es lo que ha de ser recordado o sumando ‘que ha de ser sumado’.

3 RESBALONES ACENTUALES

La palabra esdrújulo viene del italiano sdrucciolo, que en su origen significa ‘resbalón’

Muchos sabemos que las palabras esdrújulas son aquellas en las que el acento recae sobre la antepenúltima sílaba y que se tildan todas. Pero ¿por qué se llaman esdrújulas? snowboarderEn italiano sdrucciolo (‘resbalón’) era el verso que terminaba con la antepenúltima sílaba acentuada. Al parecer el nombre se debía a que las dos últimas sílabas parecían resbalarse o escurrirse.

4 A, ANTE, BAJO, CABE, COMO, CUANDO, VERSUS, VÍA, DURANTE Y MEDIANTE

En español hay más preposiciones aparte de las que todos sabemos recitar, como versus o vía, y algunas palabras que a veces funcionan como preposiciones, como donde, cuando y como

Muchos incluyen ya al final de la lista de preposiciones durante y mediante, que han pasado de ser participios de presente a preposiciones, como se ve en que ya no concuerdan con el nombre como antes: ya no se dice durantes los nueve meses, sino durante los nueve meses. Pero hay otras preposiciones menos conocidas que no muchos incluyen. Tenemos versus, vscomo en Occidente versus Oriente, la cual, aunque no se recomienda, está aceptada, o vía, en casos como vía satélite.

También cuando, donde y como pueden usarse como preposiciones en casos como Cuando niño yo era rubio, Viven donde la fuente o Lo usan como ejemplo.

Además hay otros elementos que se parecen cada vez más a las preposiciones, como hace. Esto se ve en que a veces hace no cambia de tiempo verbal como debería, es decir, ha pasado a ser invariable, como les ocurrió a durante y mediante: Ya lo sabían hace tiempo (en vez de Ya lo sabían hacía tiempo).

5 EL PLURAL ACUSADOR

¿Alguna vez te has preguntado por qué la -s se usa para el plural? La -s del plural del español procede de la terminación del acusativo plural del latín

De todos los casos latinos las palabras en español evolucionaron del acusativo (el caso que servía para el complemento directo, entre otras cosas, y que, por cierto, en verdad debería haberse llamado causativo). La -m del singular se perdió (una -m que se puede ver en expresiones como carpe diem ‘aprovecha el día’ o habemus Papam ‘tenemos papa’), pero se mantuvo la heavy-dollar-sign-s del plural (una -s que se ve en frases como Timeo Danaos et dona ferentes ‘temo a los griegos incluso cuando traen regalos’). De ahí quedó la terminación de nuestro plural.

En cambio, la -s de algunos acusativos singulares neutros se perdió (por ultracorrección) al confundirla con el plural. Es el caso de tempus, que dio tiempos en español, pero se corrigió por tiempo; pectus, que dio pechos y pasó a pecho. No se perdió en cambio en uebos, de opus (única palabra en el Diccionario, por cierto, que empieza por ue– y no lleva h, como UEFA). Tampoco se perdió la -s de nombres propios (que, estos sí, proceden del nominativo), como en Carlos de Carolus, Dios de Deus o Jesús de Iesus, pero sí en Pablo de Paulus (aunque el Buscón era don Pablos) o en Domingo de Dominicus.

6 LA MANITO

Los nombres femeninos que terminan en -o en español casi se pueden contar con los dedos de la mano

Hay muchos nombres masculinos en español que terminan en -a. Por ejemplo, algunos derivados de neutros griegos que terminan en -ma, como fantasma (que curiosamente antes era palabra femenina: la fantasma), pero también de ocupaciones, como tenista, y otros como tequila, día, y bastantes más.

En cambio, hay muy pocos nombres femeninos terminados en -o. Se suelen citar la mano mano_alza_emoji_twitter_emoticones, la libido, la nao, la seo y otras más raras como la virago (que termina en -o con sentido porque significa ‘mujer varonil’). Luego hay otros casos que, o bien son acortamientos, como la otorrino, la fisio, la dinamo, la disco, la radio, la moto, la quimio, la foto, la seño, la furgo, la crono, la biblio, la porno, la vitro, la polio (de poliomielitis); o bien son nombres de ocupaciones que aún no se han feminizado, como la sargento, la soldado, la árbitro o la sobrecargo, sin olvidar el famoso caso de la miembro. También otras palabras que se toman directamente de otras lenguas, como la ratio, o siglas como la ESO o la FAO, y algunas palabras poco usadas, como pro cuando significa ‘utilidad’, que puede ser el pro o la pro. Pero hay muy pocos casos más.

En general, en estos casos haríamos el diminutivo con -o, como en la motito. Sin embargo, en España, el diminutivo de mano es manita, y no manito, que sí es el diminutivo en algunos países americanos y algunas zonas del noroeste de España. En el caso de sargento, yo no sé si diría sargentito o sargentita.

7 NI COSAS NACIDAS NI HOMBRES NACIDOS PODRÁN PARARME

En español nadie y nada proceden de nati y nata en latín, que significaban ‘nacidos’ y ‘cosas nacidas’, respectivamente

Igual que hoy podríamos decir que no hay persona alguna que pueda hacer algo o incluso persona nacida, en latín decían homines nati, que significa ‘hombres nacidos’, y res nata ‘cosa nacida’. no-pedestriansDe nati, que es el participio de nacer en latín (visible en neonato ‘recién nacido’, por ejemplo) nos quedó nadie (el Diccionario también recoge nadi) y de nata nos quedó nada.

8 ¿Y POR QUÉ NO LAS TERMINADAS EN -N, -S O VOCAL?

En español las palabras llanas terminadas en -n, -s o vocal no se tildan porque son la mayoría

Como elemento que sirve para facilitar la lectura y no para entorpecerla, la tilde está pensada para ser usada lo mínimo posible, en el menor número de palabras. Por eso, como el mayor número de palabras llanas terminan en -n, -s o vocal, dado que, por ejemplo, todas las formas verbales llanastilde i u finales terminan en esas letras (quiero, quieres, quieren), se ha elegido que esas sean las terminaciones con las que no se tildan las llanas. Así el número de tildes es el menor posible.

Al ser un criterio basado en una estimación de cantidad, este puede variar. Así, por ejemplo, en la primera Ortografía de la RAE (de 1741) solo se tildaban las palabras agudas terminadas en –a, –e y –o, pero no las terminadas en -i o -u. En cambio, se tildaban las llanas terminadas en -i, -u, como tríbu o cási.

Tampoco se tildaban los apellidos terminados en -ez, por ejemplo, porque ya se sabía cómo se pronunciaban, por lo que la tilde era innecesaria.

9 OTRAS CUESTIONES DE TILDES

En español tenemos palabras que se tildan aunque no deberían, palabras que no se tildan aunque deberían, palabras con más de una tilde y algunas cuestiones curiosas más relacionadas con las tildes.

a) ¿Hay alguna palabra que se tilda y que no debería?

Sí, tés. La tilde del singular sirve para diferenciarlo del pronombre átono tetea, pero no hay ningún tes átono.

b) ¿Hay alguna palabra que no se tilda y debería?

Sí. Entre otras muchas, los nombres de las letras y de las notas musicales que tienen un correspondiente átono. De la misma manera que el adverbio , el pronombre , el sustantivo o la forma verbal se tildan para distinguirlasclave de sus correspondientes átonos, las notas musicales si y mi o los nombres de las letras, te y de, al ser tónicos, deberían tildarse.

c) ¿Solo se tildan las vocales?

No. También se puede tildar la y en palabras que conservan su grafía antigua: otrosý, Ýñigo, Aýna.

d) ¿Puede haber una palabra con más de una tilde?

Sííííííí.

e) ¿Tenemos acento circunflejo en español?

Ahora no, pero hemos tenido. El circunflejo en una vocal se usaba para indicar que la ch precedente se pronunciaba como k, y no como ch, o que la x precedente se pronunciaba como ks, y no como j: chôro, exâmen.

10 PARA LOS ANTICOCRETEROS

Aunque la palabra cocreta no está en el Diccionario, pese a lo que muchos creen, su formación en español estaría más que justificada

En español es frecuente un proceso, llamado metátesis, por el que alguna letra cambia de lugar dentro de una palabra para simplificar su pronunciación. Es lo que pasó con palabras como candadocandado, que viene de un cadnado difícil de pronunciar (a partir de catenatus); palabra, que debería haber dado parabla porque viene de parábola; alimaña, de animalia; peligro, que debería haber dado periglo, porque procede de periculum y muchas más. Algunos de los resultados esperables, sin metátesis, están en el cocodriloDiccionario: miraglo (de miraculum), murciégalo (de mus caeculus) o crocodilo (de crocodilus),

Así pues, el que dice cocreta, cambiando de lugar la r de croqueta, está cometiendo un (¿metatético?) error, semejante al que han cometido y cometemos todos los que decimos milagro, palabra o cocodrilo.

Y con esta, Carmencita, ya tenemos las 10 curiosidades. Espero que te hayan gustado. De algunas haré una entrada especial porque aún hay cosas que me he dejado en el tintero. Por ejemplo, prepararé un especial de tildes donde hablaré, por ejemplo, de palabras que no siempre llevan tilde cuando son tónicas, como cuando en de vez en cuando, o palabras que sí la llevan a pesar de no serlo, como José en José Luis. También he empezado a preparar una entrada con otras curiosidades más concretas.

Un saludo.

El Académico