Algo que no todo el mundo sabe —yo me enteré hace relativamente poco— es que en español las comillas que se deben usar preferentemente en los textos son las angulares (« ») y no las dobles (“ ”). No en vano las primeras se llaman también latinas o españolas y las segundas inglesas. En inglés también llaman a las primeras francesas o guillemets.
La Ortografía de la RAE lo deja bien claro:
Aparte de para citar textos o, mejor dicho, «para enmarcar citas textuales», las comillas se pueden usar para reproducir pensamientos o para marcar palabras por alguna razón. Uno de los casos en los que se puede marcar una palabra es cuando se ironiza sobre ella. Por ejemplo, si alguien nos hace un regalo envenenado, se puede decir que nos hizo un «regalo» o «un regalito». Es el uso que a Joey en Friends tanto le costaba:
Ayer contándole esto a unos amigos, uno me dijo que entonces cuando hacemos lo de Joey, habría que hacer el gesto de las comillas angulares. Yo creo que tiene toda la razón. Así que he estado practicando a ver cómo saldría. En versión foto he tenido que recurrir al Paint para que se viera bien:
Pero luego he considerado que lo mejor era hacer un vídeo, a pesar de lo mal actor que soy (tendríais que ver las tomas falsas; ¡parezco Eminem!):
Por tanto, en estos casos no se deben usar las comillas inglesas (tipo orejitas de conejo o CR7 celebrando un gol):
En los casos de marcación de palabras especiales, se puede usar la cursiva en vez de las comillas. Pero, claro, esto solo se puede hacer en textos impresos, porque, cuando hablamos, a no ser que nos pongamos en posición oblicua, es difícil indicar que estamos usando la cursiva.
Eso sí, lo que nunca se puede hacer es usar comillas y cursiva a la vez (a no ser que el texto entrecomillado requiera la comilla en algún momento). Sería redundante. Varias fuentes (mi amigo Josema y mi tío, por ejemplo) me informan de que en textos legales es frecuente (y hasta se recomienda) esta práctica. Mi tío me manda un texto en el que no solo se utilizan comillas (encima inglesas) y cursiva a la vez, sino que además hay una parte que está subrayada y en negrita:
Como le dije, la negrita no es tanto problema porque es solo un recurso visual y no influye en cómo se considere el texto así marcado desde un punto de vista lingüístico. Con el subrayado hay que tener más cuidado. Aunque es también un elemento visual en textos impresos, en textos escritos a mano creo recordar que se puede usar como equivalente de la cursiva. Pero bueno, solo con que aparecieran las comillas y la cursiva del principio ya se estaría incurriendo en una redundancia ortográfica. Y es que estos dos recursos modifican las propiedades lingüísticas del texto que se señala con ellos, haciendo que se entienda como discurso directo o como ejemplo lingüístico, etcétera (o, mejor dicho, vel cetera).
En fin, sé que gestualmente no son tan efectivas y que en Word o en los blogs es mucho más difícil poner las comillas angulares que las inglesas (hay que buscar los símbolos o introducir combinaciones complicadas en el teclado, que a mí no me funcionan), pero, si uno quiere cumplir las normas, es lo que toca.