Punto y respuesta

Pregunta

Hola, Carmencita:

Es normal que la puntuación te resulte un tema complicado. Es de los más difíciles de la ortografía. Esto se ve, por ejemplo, en que la RAE en su Ortografía le dedica más de cien páginas solo a los signos de puntuación. Yo mismo tengo muchas veces problemas para saber cuándo poner punto y coma o coma. Si encima juntamos la puntuación con las mayúsculas —otro de los temas más difíciles— es normal que surjan muchas dudas.

Antes de resolver las dudas que planteas, es importante aclarar que los signos de puntuación como la coma, el punto o el punto y coma no sirven, como se suele creer, para indicar la duración de una pausa. Para lo que sirven es para que se entienda bien un texto. Con ese fin, su función principal es la de delimitar unidades gramaticales indicando dónde termina una frase o dónde empieza y termina un inciso. Ahora bien, como el punto marca un límite gramatical más grande que una coma, por ejemplo, la duración de la pausa de un punto es, generalmente, mayor; pero eso es solo una consecuencia de que delimite elementos más grandes. Esto explica por qué, como muchas veces habrás oído, aunque pueda haber pausa entre sujeto y predicado, no se pone coma entre ellos. El límite gramatical entre sujeto y predicado no se considera suficiente como para marcarlo ortográficamente con un signo de puntuación, por muy larga que sea la duración de la pausa entre ambos.

Aclarado esto, ya puedo abordar tus preguntas.

En primer lugar, es verdad que, como dices, después de los signos de interrogación y exclamación no se pone punto. Pero esto no se debe a que ellos ya contengan un punto en su forma, sino a que, además de indicar que lo que encierran es una pregunta o una exclamación, la delimitan o separan de otros enunciados. El uso del punto, que es delimitador propio de enunciados, sería, pues, redundante. Sin embargo, si al signo de exclamación o interrogación le sigue otro signo de puntuación, como una coma o un punto y coma, este sí debe ponerse: ¿Por qué nacemos?; ¿para qué vivimos?

Que el punto de los signos de interrogación y exclamación no es un punto normal se ve en que cuando se juntan estos signos con puntos suspensivos, se mantienen los tres puntos suspensivos además del punto del signo en cuestión: ¡Te quiero más! De hecho, si hay una abreviatura, como se indica en la Ortografía de la RAE, se pueden juntar muchos puntos: ¿Viste a ese Sr….? Y ya si metemos la pregunta al final de una enumeración, podemos tener hasta siete seguidos: Me hizo preguntas tipo ¿llegaste bien?, ¿encontraste la puerta?, ¿viste a ese Sr….?…

El que no se considere punto normal lo que aparece en los signos de interrogación puede deberse al supuesto origen de estos signos. En la Wikipedia se dice que el signo de interrogación es la abreviatura de la palabra quaestio (‘pregunta’ en latín):

1200px-Quaestio.svg

Por su parte, el de exclamación sería igual, pero a partir de la palabra Io (una exclamación de alegría en latín). Según esto el punto de estos signos sería en verdad una o simplificada y no un punto.

En segundo lugar, con respecto a los puntos suspensivos, efectivamente no deben coaparecer con etc. (que, por cierto, siempre debe ir con punto detrás por ser una abreviatura) porque darían información redundante. Etcétera significa ‘y lo restante’ por lo que ya indica que hay algo no expresado, que es precisamente la función de los puntos suspensivos.

Además, como los puntos suspensivos sirven para indicar la ausencia de algo (o para dejar en suspense una frase) y no indican un límite entre unidades gramaticales determinadas, estos pueden aparecer en distintos sitios. Si aparecen al final de un enunciado, lo siguiente se escribirá con mayúscula, como en Es tan bueno… Todo el mundo le quiere, pero, si no, se escribirá con minúscula, como en Me dijo que… que me callara.

Lo mismo se puede aplicar a los dos puntos. Este signo tiene función anunciadora (además de delimitadora). De esta manera, dependiendo de lo que anuncie, el texto empezará con mayúscula o minúscula. Si lo que sigue es una enumeración se usa minúscula. En cambio, si lo que sigue es una cita o si estamos empezando una carta, como ya vimos, se usa mayúscula. En este ejemplo se pueden ver las dos posibilidades: La RAE dice en su Ortografía: «En su tratado […] Manuzio propone un sistema de seis signos: coma, punto y coma, dos puntos, punto, interrogación y paréntesis».

En el último ejemplo vemos que ya Manuzio (1449-1515), el impresor del que se dice que fue el inventor del libro de bolsillo, usaba el punto y coma, como otros humanistas italianos. Pero en aquella época se llamaba semicolon. En España el punto y coma lo introdujo el gramático Felipe Mey en 1606, pero hasta pasado un tiempo no adquirió en exclusiva el valor actual de delimitador intermedio, que antes compartía con los dos puntos.

Como delimitador intermedio, el punto y coma es el signo de puntuación que más problemas da en su uso. De ahí lo que digo en mi novela sobre el protagonista:

puntocoma

En general, el uso del punto y coma depende de la longitud y la complejidad de las frases que separa. Mi consejo es usarlo, por ejemplo, para separar frases largas dentro de las cuales haya comas: Juan trajo vino, aceitunas y patatas; Carmencita cerveza, bebidas y tortilla, y mi hermano los vasos y los hielos. También entre frases que no se quieran separar demasiado para mantener la relación: No tienes ni idea; así que no lo hagas tú.

Para terminar añado algunas curiosidades sobre los nombres de los signos. El nombre semicolon, que antes se usaba para el signo con la misma función que el punto y coma, se debe a que colon significa ‘tramo’ o ‘miembro’ (de ahí lo de llamar colon a una parte del intestino). Al separar el punto y coma estos tramos, acabó tomando el nombre de ellos. Lo mismo pasó con la coma. En griego komma significaba ‘fragmento’, a partir del verbo kopto (‘cortar’), y se empezó a llamar así al signo que delimitaba este fragmento (en cambio el coma, como estado letárgico o de inconsciencia, viene del verbo keimai ‘yacer, estar postrado’). Por su parte, punto viene del verbo pungere ‘punzar’ en latín y significa ‘punzada’.

Aunque hay muchísimas otras cuestiones relacionadas con los signos de puntuación, con esta última punzada, Carmencita, pongo punto final (o punto redondo) a esta respuesta, no así punto y final, expresión que, efectivamente, no es recomendable usar.

Ya sabes que cualquier otra duda que tengas sobre este tema o cualquier otro la puedes plantear en una futura pregunta.

Un abrazo.

El Académico

En busca del FOD más grande

Witi nos envía este FOD (fallo ortográfico descarado):

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Con él os lanzamos un reto. A ver quién es capaz de encontrar el FOD más grande (en cuanto a tamaño, no en cuanto a gravedad). Este no está mal. Los que nos mandéis los iremos colgando aquí.

Mapa ortográfico del mundo

Hola, Carmencita:

Dejo aquí un mapa en el que, de momento, he incluido el topónimo recomendado de todos los países y capitales, además del de algunas ciudades y elementos geográficos. En general he puesto solo los recomendados, aunque haya otras opciones admisibles.

El siguiente enlace lleva a un pdf en el que cada topónimo tiene un enlace a alguna obra de la RAE o a algún artículo de la Fundéu donde se explica la grafía en cuestión:

Mapa ortográfico del mundo

Aquí dejo también el mapa como imagen (sin enlaces):

Mapa ortográfico del mundo

Seguiré incluyendo topónimos, según vayan saliendo en los distintos medios y páginas. Agradeceré cualquier corrección, sugerencia o comentario. La idea es ir llegando entre todos a una versión bastante completa.

Pondré un anexo con otras ciudades que, por razones de espacio, no caben en el mapa.

Lo siguiente será un mapa ortográfico centrado en España.

Un abrazo.

El Académico

Una mañana ortográfica en IKEA

Hola, Carmencita:

El otro día llevé a mi madre a Leroy Merlín y aproveché la espera de dos horas para darme un paseo ortográfico por IKEA. La idea se me ocurrió después de que el otro día viera algún que otro FOD (fallo ortográfico descarado), como el de inóxidable, que ya compartí. Aunque acabé con más de 60 fotos, debo confesar que, después de las dos horas, no vi nada verdaderamente grave. Encontré muchos errores relacionados con las tildes (errores que es verdad que deberían evitarse) pero no encontré, por ejemplo, ninguna palabra con b escrita con v ni ninguna h no puesta. Aun así el gran número de errores y erratas que vi fue considerable. Y eso que solo me fijé en los carteles grandes.

A continuación, pongo algunas fotos no solo de errores, sino también de otras cuestiones curiosas que no tienen por qué estar mal, y lo explico todo. El objetivo no es denunciar los errores de IKEA, sino aprender con ellos. Sigue leyendo

Alcantarillas de Gijón: unas con tilde y otras non

¡Hola, Carmencita!:

Este fin de semana he estado de despedida de soltero de un amigo en Gijón. Mientras paseaba por la calle vi que, en las alcantarillas (en la segunda acepción del Diccionario, es decir, en la de «boca de alcantarilla») y otro tipo de tapas de las calles, unas veces Gijón estaba escrito con tilde y en otras no(n):

gijon 4 Sigue leyendo

¿Cusco, el Perú y cebiche?

Hoy Carmencita estrena nueva sección: los gramavídeos. Para eso, nos envía un precioso vídeo desde un lugar insuperable, Machu Picchu, con tres jugosas preguntas:

1. ¿Cómo se dice: Cusco o Cuzco?

Respuesta breve: Las dos están aceptadas, aunque la más usada es la segunda.

Efectivamente, aunque Cusco es el nombre oficial, fuera de la zona, lo más usual es encontrar Cuzco. Aun así, las dos formas están aceptadas. En cambio, aunque en el DPD se admite cuzqueño y cusqueño, veo que ni en el anterior ni en el nuevo Diccionario se recoge cusqueño. Preguntaré por qué.

Ahora bien, ¿de dónde viene la doble posibilidad Cuzco-Cusco? En zonas seseantes, es decir, aquellas en las que se pronuncia el sonido interdental de la z como una s, la gente tiene los mismos problemas con la ortografía que en España tenemos con la b y la v. Por eso, no es raro encontrar consejos o apuntes ortográficos como el siguiente en sitios como Instagram:

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Cuando llegó al español el nombre de la ciudad que en quechua se llamaba algo así como Qusqu, la gente dudó si escribirlo con z o s. De ahí que en textos del siglo XVI se puedan encontrar las dos variantes (incluso en un mismo autor). Antiguamente había muchos más casos de Cuzco (cronistas como Bartolomé de las Casas o Fernández de Oviedo se encargaron de subir el número de ejemplos). Ahora veo, por ejemplo, que en el CREA hay más o menos el mismo número de casos (512 casos de Cuzco en 127 documentos  y 401 casos de Cusco en 161 documentos), claro que de estos últimos 376 son de obras peruanas. Y en el CORPES hay 327 casos de Cuzco en 123 documentos frente a 402 casos de Cusco en 240 documentos, es decir, más, aunque de ellos 315 son de Perú y solo 5 de España.

Para entender el seseo y por qué se usó la z para transcribir la s del quechua, hay que tener en cuenta que en aquella época la z aún no representaba (o, al menos, no de manera general) nuestro sonido de la z actual, sino algo como ds.

La confusión ha llegado hasta hoy. Se quejaba Lázaro Carreter en El dardo en la palabra de que apellidos de futbolistas como Valdez n_valencia_historicos-40914y Ozorio se pronunciaran tal cual y no [Valdés] y [Osório] con s. La escritura con z de apellidos como Valdés podría explicarse por ultracorrección (de la que ya hablaré). Aquí la ultracorrección nacería a partir de un intento de no caer en el error de confudir la s y la z. De esta manera, considerando un error escribir Valdés con s porque no se ajustaría al modelo de otros apellidos como Fernández, que sí que se escriben con z, se ultracorregiría y se escribiría Valdez. Entendiendo que es un caso de ultracorrección del que lo ha escrito, el que lo lee no debe caer en el error y debe pronunciarlo con s, que es como en teoría lo pronuncia incluso el que lo escribe así.

Lo mismo pasa con el apellido de Hugo Chávez. Este apellido procede del portugués Chaves (que significa ‘llaves’), es decir, como el del exministro Manuel Chaves. Por tanto, si hacemos caso al ex director de la RAE, aunque se escriba Hugo Chávez, habría que pronunciarlo con s. No obstante, en este caso, curiosamente ni sus más allegados lo pronuncian así. En el siguiente vídeo, hacia el segundo 50, se puede escuchar unas cuantas veces pronunciado como z:

La confusión llega hasta las calles de Madrid. Hay una calle perpendicular a Arturo Soria cuyo nombre se puede ver escrito de las dos formas:

No he encontrado quién era el tal Eladio (si alguien lo sabe que nos lo cuente, por favor), pero sí que su apellido procede de la localidad de Jaén llamada Vilches. El nombre de esta parece que procede de la expresión latina in vilicis ‘en la villa’. Nuevamente nos encontramos ante una ultracorregida z, que muestra el afán de asemejar el apellido a otros terminados en -ez (terminación de la que también hablaré).

Lo mismo que hemos visto con Cuzco se puede aplicar a Nazca.

2. ¿Vengo del Perú o Vengo de Perú?

Esto es algo que me sorprendió cuando trabajé en la Gramática. Desde algunos países americanos pidieron expresamente que se nombrara a su país con el artículo delante, que es como frecuentemente se nombra a estos países en América. Uno de aquellos países fue precisamente Perú, que (salvo en el Prólogo) en la Gramática pasó a denominarse el Perú. Otros países fueron Argentina, Ecuador, Uruguay y Paraguay, que se denominan en esta obra la Argentina, el Ecuador, el Uruguay y el Paraguay.

eluruguay

Para liar más la cosa, una hablante ecuatoriana me asegura que ella diría Voy al Ecuador, con artículo, pero Vengo de Ecuador, sin artículo, siempre referido al nombre del país. A saber.

¡Ojo! En estos casos el artículo no forma parte del nombre oficial y no se escribe con mayúscula (el Perú), como sí ocurre en el caso de El Salvador.

3. ¿Cebiche o ceviche?

Esta pregunta también nos la hicieron desde el blog de crítica gastronómica Gourmeteo, en el que han optado por ceviche. (¡Muchas gracias por la mención!)

gourmeteo

¿Cómo es en verdad? La Ortografía de la RAE recomienda cebiche mejor que ceviche, aunque considera correctas ambas y las recoge en su Diccionario.

También existen y se aceptan las variantes sebiche y seviche, que son justo ejemplos que muestran la confusión de s y z de la que hemos hablado antes. Aquí también se prefiere sebiche a seviche.

Supongo que se prefieren las formas con b porque se acercan más a la etimología, bien sigamos la versión peruana de que cebichela palabra procede de cebo, o bien la de la RAE de que la palabra tiene el mismo origen que escabeche y procede del árabe sikbāǧ (con la que se denominaba al método de conservar carne en vinagre), aduciendo que a veces se usaba escabechar para referirse a una cocción del pescado en naranja agria.

Por lo tanto, para Gourmeteo: Podéis dejar la forma con v, que no está mal. Con más razón si queréis mantener la manera de escribirlo del sitio del que habláis (eso sí, CEVICHERÍA, a pesar de estar en mayúsculas, debería llevar tilde):

cevicheria-clandestina-

Y esto es todo. Quedo a la espera, Carmencita, de más preguntas desde lugares exóticos.

Bueno, antes de acabar me gustaría aportar un escalofriante dato. El nombre de Machu Picchu procede de machu, que significa ‘hombre viejo’, y pikchu , que significa ‘pico o montaña’. No sé a vosotros, pero a mí que machu (parecido a macho) se use para hombre viejo y pikchu (parecido a pico o a peak en inglés) se use para montaña me parece, cuando menos, inquietante. ¿Cuándo llegaron los europeos a América?

El Académico

Las eses como efes

Con motivo del V centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús, Gabriel Albiac publicó un artículo en el ABC Cultural. En él se puede ver la siguiente ilustración de la portada de las Cartas de Santa Teresa:

2015-04-07 17.50.14

Mi abuela, que lo observa todo, me preguntó por qué hay algunas eses que se escriben como efes. Esto se puede ver en el caso de Obispo de Osma, escrito con una letra parecida a la efe de Palafox:

obispo

palafox

Y, sin embargo, hay otros casos en los que la ese se escribe normal:

carmleitas

Yo sabía que antiguamente se podía representar la ese con esta especia de efe, pero no sabía muy bien cuándo. Viendo que en el primer caso la ese aparecía en interior de palabra y en el segundo caso aparecía al final, le dije a mi abuela que a lo mejor era como en griego. En esta lengua hay dos símbolos para la letra sigma, uno cuando aparece en interior de palabra (σ) y otro cuando aparece al final (ς).

Y acerté. Esta ese (), la llamada s larga (procedente de una s latina cursiva), se utilizó hasta el siglo XIX para la s, cuando aparecía en interior de palabra.

Como se ve en la ilustración, las mayúsculas, en cambio, eran normales, tanto en mitad como a final de palabra:

teresa

Nada tiene que ver la presencia de la s larga, por tanto, con otra de mis hipótesis, que era que se utilizaba para los casos en los que la s era sonora, es decir, cuando a diferencia de la actual, se pronunciaba con vibración de las cuerdas vocales.

Que nadie se asuste, que un día explicaré todo el sistema del español antiguo de consonantes sibilantes (o consonantes que como la s, suenan como un silbido). Ya expliqué el día del terremoto que en Ossa de Montiel se podía ver un resto de las dos eses con las que antiguamente se representaba nuestro sonido s actual, cuando aparecía entre vocales.

Una muestra de que no tiene nada que ver el empleo de la ese larga con el sonido que representa, es que estas dos eses se podían escribir también con dos eses largas, como se puede ver en la Gramática de Nebrija, por ejemplo, donde encontramos empresso escrito de la siguiente forma:

empreso

*Como curiosidad, la ∫ aún se conserva como símbolo en las integrales. La adoptó Leibniz por ser la primera letra de summa.

¿María del Mar o María Del Mar?

Es María del Mar.

Podéis encontrar información sobre los nombres de pila compuestos en la Ortografía de la RAE.

Con respecto al uso de la preposición de en los apellidos, se escribe con minúscula (Juan del Castillo), a no ser que se omita el nombre de pila (señor Del Castillo). Podéis encontrar información relacionada en la Ortografía de la RAE.

Otra cosa es cómo se alfabetizan estos apellidos, es decir, en un caso como Juan del Castillo, ¿se considera que el apellido empieza por d o por c (por Castillo)? La RAE dice que la preposición y el artículo (del) no se tienen en cuenta y, por tanto, del Castillo se alfabetizaría por la C.

A este respecto, es muy interesante este enlace en el que el semantista Kai von Fintel habla sobre su apellido y dice que se debe alfabetizar por la f y se debe escribir von con minúscula salvo cuando se empiece oración, como en «Von Fintel afirma…», por ejemplo.

¿Qué opináis vosotros? Sobre todo los que tenéis apellidos con de.

Y, hablando de esto, ¿alguien encuentra algún error en este párrafo de la Ortografía de la RAE (pág. 631):

2015-03-25 14.38.40

Aquí la conversación con la RAE por Twitter:

convers1